martes, 2 de febrero de 2010

Mundo de grises

Y hoy vuelves a hablarme, y vuelvo a verte desaparecer en una noche fría, bajo el verde de una luz perdida. Y vuelvo a verte al amanecer, bajo el gris de un sol que lucha por nacer, andar cabizbaja hacia una vida en la que no estoy yo. Y siento de nuevo partirse en dos algo dentro de mí, de nuevo te veo perdida en un portal, caminando por una ciudad a la que no le importas, sintiendo tu vida derrumbándose lentamente sobre ti como un castillo de naipes sujetado hasta el momento por el azar.

Por eso no puedo escuchar tu voz. Porque todo me huele a ti, porque todo me sabe a ti, porque todo me recuerda a ti. Porque cuando no estás, quiero que estés, y cuando estás, no quiero que estés. Porque te hice daño y tú me lo hiciste a mí.

Porque el dolor, simplemente, nos mantiene a flote. Es el negro en un mar de grises. El blanco es para otros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si algún día decidieras alejarte nuevamente de aquí cerraría cada puerta para que nunca pudieras salir...