lunes, 6 de octubre de 2008

Olas

De pie frente al mar, a apenas dos pasos de la arena fría bajo la oscuridad del anochecer, no ve más salida. De hecho, no espera encontrarla. Si tras pasear por las calles del pueblo durante todo el día, protegiéndose los ojos de la luz solar reflejada en las pequeñas casas blancas, no ha sabido qué hacer, nada le indica que en ese momento vaya a tener una revelación.

Sabe que es la opción más cobarde, pero piensa que es la única que tiene. Llega un momento en el que retroceder ante los problemas, levantarse cada vez que te caes y sonreír a las putadas de la vida ya no es suficiente. No para él. No ahora.

Esa playa tiene un significado especial. Allí fue donde se besaron por primera vez. Recuerda su piel morena, sus ojos grandes y expresivos y su pelo negro, ondulante bajo la brisa. Allí es donde empezó todo. La arena que recibió sus cuerpos aquel día recibirá hoy sus ilusiones.

Baja a la playa. La arena, suave bajo sus pies. El frío de la noche sobre su piel. Mientras se acerca a la orilla, plateada por la luz de la luna, el rítmico morir de las olas se le antoja la música que le acompañará a su final.

El agua está fría. Le da igual. Ha llegado a un punto en el nada le importa. Siente los camales de los pantalones mojados, empapándose lentamente.

Escucha una voz a sus espaldas. Es ella. No se atreve a girarse. La decisión está tomada. Se irá y no volverá. No quiere volver a verla llorar. Pero ella sigue insistiendo. La oye, pero las súplicas llegan a su cerebro embotado lentamente, a empujones.

Se gira para mirarla una última vez. Su figura, recortada contra los faros del coche que la ha llevado hasta allí. Los ojos, llorosos, brillan.

Pierde el valor. Las olas siguen lamiendo la orilla.

De repente, se da cuenta de que vale la pena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

olas ??

adioss xDD

Anónimo dijo...

alexiaa bonito blog...