domingo, 28 de septiembre de 2008

Lágrimas en la cama

Él ya llevaba acostado varios minutos cuando el teléfono sonó, vibrante, rompiendo el silencio de la noche. Al menos, el silencio de la casa, porque en su cabeza no dejaban de removerse inquietas palabras y hechos de los últimos días. Le llamó, respondiendo a su deseo, y lo primero que oyó fue un sollozo ahogado.

-¿Pasa algo?

-No... no sé, las cosas no van bien.

Se incorporó de un salto. De repente, todo lo que había pasado hasta el momento pasó a un segundo plano, y su mente voló hasta estar con ella, intentando reconfortarla, aunque sabía que en parte ella estaba mal por su culpa.

-¿Por?

-Tengo miedo.

Era apenas un susurro perdido entre las lágrimas, que traspasaban el teléfono como si las estuviera derramando con él, en sus brazos. Era el canto más bello a la tristeza y, a la vez, el que más le dolía. Por desgracia, ella no estaba con él.

Pasó el tiempo y poco a poco consiguió que ella sonriera, tímidamente al principio, a carcajadas al final. Era por lo que él vivía, una de las razones por las que se levantaba todas las mañanas. La quería, pero últimamente no le había hecho caso. Y lo peor de todo era que había tenido que esperar a oír sus lágrimas, a que un pedazo de su corazón se rompiera para siempre, para darse cuenta de ello.

-Tengo sueño. ¿Hablamos mañana?

-Sí. Y lo siento. Recuerda que te quiero.

-Y yo.

Y colgaron.

Cerró los ojos.Entonces, comprendió que los sollozos de ella serían la banda sonora de sus pesadillas.

Para Acentillo, ese pedazo de mi corazón que tengo perdido por tierras extremeñas, a la espera de que un catalán (o valenciano) la adopte xD

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